Chacarita venció como visitante al Club Las Heras en estadio de Villa Ballester, el que habitualmente usamos como locales.
Como todos los partidos de esta disciplina, se jugó a un ritmo vertiginoso y, por momentos, con mucho roce -producto de la “rivalidad” entre ambos equipos- de jugadores que se conocen mucho y tienen una relación personal que va más allá de la competición. Para confirmar esta situación: un jugador de Chacarita tiene un hermano que juega en Las Heras…
Chaca ejerció una gran presión desde el inicio, que dio como resultado la conquista de los dos primeros tantos luego de 4 minutos (Dobal) al aprovechar sendos errores defensivos de Las Heras. Hacia los 8, este equipo cambió a los cuatro jugadores de campo y el desarrollo del juego se emparejó. Así llegó el descuento, que entusiasmó a los locales en búsqueda del empate.
Nuestro equipo se defendió bien y pudo aumentar el marcador con un potente tiro cruzado de Olmedo, pasados los 15’. Pero el cansancio y los cambios resintieron la estructura de Chacarita, que a los 16 minutos ya tenía 5 faltas de equipo acumuladas. Cuidando no cometer una infracción más, retrocedieron en la cancha con bastante fortuna: un tiro en el palo y tres pelotas sacadas en la línea por nuestros defensores.
Los tres primeros minutos del segundo tiempo se jugaron a un ritmo sorprendentemente lento. Luego se aceleró el trámite y Las Heras volvió a descontar con un excelente contraataque, cuando todavía faltaban 12’ para el final. Pero los jugadores locales apelaron a jugadas bruscas, lo que los llevó a acumular 5 faltas con medio tiempo por jugar. En ese afán de estar cerca del empate pero al borde de los penales, a un jugador de Ballester se le fue la pierna y revoleó al veloz Argento. Este le devolvió la gentileza y ambos se fueron expulsados. Restaban 8 minutos y el árbitro sancionó -como correspondía- la sexta falta para Las Heras. Spampinato, con su conocida potencia, elevó la diferencia a 2 goles; y un minuto después ejecutó con éxito un penal en el área, que provocó la expulsión de otro jugador de Las Heras.
Chaca ganaba 5 a 2 y el reloj era su mejor aliado. Pasados los 2 minutos reglamentarios, ambos equipos completaron los 5 jugadores. Los locales apelaron a un “arquero jugador” (su número 10) para defender el orgullo de reducir la diferencia, pero el sistema defensivo y contragolpeador de Chacarita lo superó. Fue así que a los 16’ hubo otro penal por falta común y Nichilli se encargó de cerrar el marcador de 6 a 2; aunque el Tricolor tuvo oportunidad de aumentar con un penal atajado a Gutiérrez.
El miércoles a la noche, Chacarita será local frente al puntero Barracas Central (como se recordará, partido postergado por el accidente sufrido por las inferiores de fútbol en Jáuregui el mes pasado). Será fundamental no perder; luego, si es posible, obtener los 3 puntos que nos dejarán en una situación bastante optimista.
Los muchachos están muy compenetrados con el objetivo propuesto para el final del año: el ascenso. El cuerpo técnico realiza un gran trabajo, que incluye bajar “el termómetro” cuando el plantel pasa por momentos de “la calentura del partido”. Los hinchas apoyan cada vez más (la barra futsalera de Chaca copaba el gimnasio de la calle Libertad).
La torta ya está cocida; el relleno a punto de ocupar su lugar. Falta la cobertura de crema y las frutillas. Así paso a paso, como en un postre, va Chacarita Juniors hacia la 1°División del Futsal AFA. Para eso hay que ir despacio y administrar bien los tiempos. Así, no nos quedaremos sin torta.
Palito López